
Pero la persecución, aunque implacable, fue infructuosa. La ACME (Asociación Clandestina por un Mestizaje Estético) siguió publicando número tras número. Y hasta en el Faro de Vigo publicaron un artículo elogiándonos.
La revista se maquetaba con tijeras y pegamento, método de alta tecnología en aquella época, y luego se dejaba en la copistería de la Facultad, donde los alumnos podían copiarla a voluntad.
En este weblog cobrará vida -eso esperamos- la nueva generación de la revista de la A.C.M.E., en la que participaremos algunos de los fundadores de la ACME original pero también nuevas caras y por supuesto las aportaciones que recibamos de ti.
¡Anímate, despotrica, libérate de tus tensiones, sé uno de los nuestros!