sábado, 29 de noviembre de 2008

II TERTULIA HARTISTA EN SANTIAGO

Se celebró el jueves pasado (anteayer), la 2ª tertulia hartista en Santiago, en la cafetería Candinga, como la otra vez.
Como la gripe hace estragos faltaron algunos de los del primer día.

Allí estuvimos Manuel Bonaval de nuevo, Anahí Garea, y el que escribe esto, Mariano Casas, junto con la interesantísima aportación de dos nuevos "hartistas", los italianos Daniel y Cristiano, escultor y dibujante de comics respectivamente, que viven desde hace dos años en la playa de Boa.
Quien quiera conocer a estos dos personajes, (segun palabras del propio Daniel), no tiene más que preguntar en esta playa, en Noia, por "el loco" y allí le indicarán.
Aunque de locos tienen bastante poco estos dos. Aportaron puntos de vista muy interesantes, siempre bajo una enorme lucidez y honestidad.
Animaron mucho un debate que se prolongó varias horas, y del que me gustaría destacar algunos puntos, que sobre todo vienen de reflexiones en voz alta de ellos dos.

En un momento en el que se discutía sobre si el arte era una cuestión de INTENCIÓN, es decir, de actitud del artista hacia su obra, o de aptitud, de formación y de virtuosismo, Cristiano, que hablaba muy poco pero con gran sentido de la oportunidad, apuntó que para él, más que una cosa u otra, es cuestión de necesidad, de tener algo que decir y tener la necesidad de decirlo.
Daniel añadió que él "escribía lo que no podía pintar y esculpía lo que no podía escribir", sirviendo esto de introducción para decir que él veía que ahora se daba una intelectualización seudoliteraria y seudofilosófica, que hacía que el arte necesitase de una explicación, que fuese frío, carente de alma, ilustrador de teorías escritas o deudor de las mismas...muy en la línea de lo que decimos los hartistas.
También hablaba del arte "contemporáneo", o autodefinido como tal, como un arte tan sujeto a un CANON o más que el arte de otras épocas muy inmovilistas y grises. Decía, muy acertadamente, que un artista que desease entrar a formar parte del circuito sabría (sabe) muy bien qué tipo de obra debe hacer, y que genéricamente se podría definir como toda la que sea adaptable a esa concepción fría y aséptica del arte post-teórico. Por contra, el artista que no aceptase o no se plegase a estos cánones debería de sobrevivir con otros trabajos y no podría dedicar todo su tiempo a la creación, al estar totalmente excluído de la oficialidad y el privilegio que ella conlleva.
El arte oficial sostiene de una manera férrea e inmovilista estos cánones, puesto que supone una fuente de poder, está alineado y hermanado con él, y lógicamente, mueve mucho dinero. Luchar contra la imposición de este arte es lchar contra el poder.
Daniel comparaba nuestra época, (muy atinadamente, también, creo yo), con el Neoclasicismo, una época en la que un arte oficial y sumamente elitista se acogió a unos férreos cánones, no sentidos ni apreciados por la población sino nacidos de teorías y copias de cánones anteriores, para crear un tipo de arte frío, caro y alejado de la sensibilidad y de lo que hasta entonces se concebía como arte. Esto, como ahora sucede, tenía lugar en un contexto histórico gris, en el que sólo la apatía y el CONFORMISMO exagerado de una población adormecida podía hacerla cómplice por pasividad de algo así.
Daniel y Cristiano hablaron también del arte actual como uno de los más REACCIONARIOS de la historia, al ser enormemente clasista y separar al público literalmente entre los que "entienden" y los que no.
Es obvio que el arte nunca ha sido algo al alcance económico de todos. La tradicional concepción del arte como algo no sólamente único sino BIEN HECHO, y fabricado desde un cierto virtuosismo, hizo que por lógica los objetos así fabricados fuesen caros.
Pero de esa concepción clásica del arte sólo queda el precio. No se exige virtuosismo ni conociemientos al artista "contemporáneo", ni buena ni bella factura a su obra. Esta alcanza un valor desorbitado sin que nadie (excepto el grupo de "los entendidos"), sepa muy bien porqué.
Esto convierte al arte actual en el sumum del objeto especulativo, algo que nace sin valor, y que catalizado por unas personas que se dan el valor a sí mismas (sin que lo tengan realmente) de catalizadores (con la complicidad y el apoyo del poder para ello), alcanza un valor incomprensible, creando un mercado fantasma, alejado de la realidad, pero sumamente rentable.
En fín, hablamos de todo esto y de otras muchas cosas, pero esta vez lo más interesante fue ESCUCHAR, como veían la cosa estos dos hartistas, que como buenos italianos, todavía son amantes de la belleza, en el arte y en la vida misma.

12 comentarios:

Aída dijo...

Me alegro de haber podido leer esta entrada tan interesante, especialmente para aquellos a los que nos hubiese gustado asistir a las tertulias, pero por distancia, nos resulta complicado.
Había pensado en sugerir precisamente esto: una breve alusión a los puntos más destacables de las tertulias que se van realizando.
Genial!!

Anónimo dijo...

Se podían organizar también por Pontevedra, yo de vez en cuando voy por allí...no sé cuantos andais por esa zona, pero si sois unos cuantos la verdad es que es algo muy interesante...

dijo...

Gracias por informarnos sobre los puntos principales de las charlas.

Quisiera sin embargo saber qué posición tiene el Hartísimo (si tiene una) por ejemplo frente a manifestaciones artísticas en instalación y en performance donde logra verse una elaboración visual compleja, que refleja diversas capas simbólicas y una verdadera capacidad de ingenio y creatividad. Pienso por ejemplo en obras como la de Matthew Barney.

Como pintor pienso que el punto neurálgico está en la creación de imágenes.

Algunos creemos que el arte ha consistido, consiste y consistirá siempre en la creación de imágenes que al dirijirse al espectador hablan del espíritu del ser humano. Sin embargo, pienso que ello puede ser posible en cualquier medio artístico.

No obstante, otros, frecuentemente asociados a los movimientos que se autodenominan "arte contemporáneo", plantean el reemplazo del trabajo de la imagen por discursos falsos y falacias sin ningún peso que a nivel visual no interesan a nadie.

Veo que el Hartísmo reivindica el oficio, pero el oficio también puede estar presente en otros medios por fuera de la pintura, donde realmente el artista trabaja con la imagen.

Observo por ejemplo que algunos hartistas son dibujantes de comics y escultores, me parece muy interesante esto porque quiere decir que tiene que ver con gente que realmente se dedica a crear imágenes y mundos y no necesariamente en pintura.

Por ello quisiera saber, ¿Qué posición hay frente a los artistas que trabajan por ejemplo en creación de escenarios y que en ello crean formas visuales extraordinarias? ¿o frente a otros que se ocupan en crear la ilusión recurriendo a medios digitales para pequeñas o grandes producciones cinematográficas?

No puede ser que el Hartismo no reconozca en estos creadores una proximidad y cercanía.

Como soy pintor obviamente reivindico la pintura, deseo que su lugar sea respetado en el arte contemporáneo, lucho por ello.

No obstante debo confesar que a nivel estético hay trabajos que me interesan también en otros medios.

No sé hasta qué punto deba plantearse un radicalismo en la confrontación de medios.

¿Qué piensa el Hartismo?

Algo que me molesta de movimientos como el estuckismo es que uno lee los manifiestos y se da cuenta que teóricamente son muy fáciles de rebatir.

Pienso que el Hartismo comienza a plantear elementos que hacen que exista una mayor reflexión y profundización constante.

¿Qué define a una obra de arte para el hartismo?

¿Qué es el arte para los hartistas?

Lo que sí es cierto es que adhiero al Hartismo cuando se trata de descubrir a los farsantes, esto lo hemos estado denunciando en Apuntes Críticos.

Hasta pronto,

D.

Anónimo dijo...

Hola, y gracias por tu comentario, y tus preguntas...
Yo creo que en gran parte ya están respondidas en las diferentes secciones de la página, FAQ, etc.
Yo estoy de acuerdo contigo, creo que no sólo la pintura es arte, esto es evidente, y hay muchos otros medios capaces de transmitir cosas.
Más bien yo hablaría de PERSONAS capaces de transmitir cosas, que tienen algo que decir, y el medio que utilicen es lo de menos.
El Hartismo en ningún modo resta validez a ningún tipo de creación siempre que sea honesta. Hay mucha gente que rebate esto diciendo que no se puede medir la honestidad. Yo creo que la honestidad o la falta de ella es algo que se nota en cualquier ámbito de la vida, y el arte no es un ámbito tan diferente y etéreo. Yo no creo que los artistas tengan su propia ética, como se dice. La ética es algo universal y valido para cualquier oficio, incluido el de artista.
El hartismo no trata de EXCLUIR tipos de arte, sino de ACOTAR, de plantear un rechazo al TODO VALE que se ha enquistado en el mundo del arte, y ha creado un arte supuestamente contemporáneo que se parapeta del público a golpe de teoría aunque paradógicamente no renuncia a vivir de ese público sin que éste sea demasiado consciente de ello.
Decía Braque que el progreso en el arte no consiste en ampliar los límites, sino en conocerlos mejor.
El hartismo trata precisamente de eso, de establecer o de hacer visibles los límites (que por otro lado todo el mundo conoce, no son un invento nuestro ni mucho menos) para que el arte OFICIAL salga del callejón sin salida en el que está.
Y en ese sentido hemos comentado más de una vez que NO NEGAMOS el valor de ningún medio como arte, pero sí como "artes plásticas"...Yo, por ejemplo, considero inadmisible que el último Premio Nacional de Artes Plásticas se haya concedido a Esther Ferrer, conocida performer. Tan inadmisible (por ridículo) como que a un pintor le den un oscar o un premio a las artes escénicas.
La penetración o irrupción de unos lenguajes artísticos en otros (o como aún mejor dice Anxo, suplantación), lejos de ser una fuente de mestizaje y frescura, por pura repetición de la fórmula, se ha convertido en excusa para que a las ARTES PLÁSTICAS vayan a refugiarse los MALOS creadores escénicos y audiovisuales, que no se comerían un rosco dentro de SU medio (entre otras cosas porque ni siquiera lo dominan), y se meten en otro (que tampoco dominan), amparándose en la abiguedad y difusión de fronteras.
Me parece de puta madre la experimentación. Yo mismo trabajo en muy diferentes cosas y bebo de todas las fuentes que puedo. Pero a nivel OFICIAL, que es de lo que hablamos, las instituciones deben ser un poco más serias y no jugar a "experimentar" ellas (las instituciones)...un ministro de cultura debería tener un poquito más claro lo que significa ARTES PLÁSTICAS.
Me pones en un aprieto cuando me dices que defina el arte...no creo que se pueda definir, pero creo que sí se puede ACOTAR, y avanzar en este sentido es hoy , NECESARIO.
Porque todas las tomaduras de pelo de las que hablas, toda la falta de transparencia, todo el elitismo y el desprecio al espectador que impera hoy, nace precisamente de la perversa y tramposa interpretación que se hace de la "contemporaneidad" y de conceptos como "vanguardia" y "transgresión", en base, precisamente, a esta nebulosidad del concepto de arte y de las fronteras entre las artes.
Es cínico, por no decir algo más fuerte, que la ganadora del Premio Nacional, al que antes hacía mención, declarase a la prensa después de obtener el premio que su premio demuestra que "aún queda sitio para la transgresión", entre otras declaraciones en las que se declaraba antifranquista y demás...
Alguien debería recordarle a esta señora que Franco ya hace 30 años que se ha muerto y que a los transgresores nadie les da premios nacionales. A estos se les llama ARTISTAS OFICIALES.

maría simó dijo...

felicidades por la labor que estáis llevando a cabo; es una pena que las tertulias me pillen tan terriblemente lejos.

leí vuestro manifiesto hace unas semanas, pero al entrar en la web se me pasó el blog, que me parece un medio mucho más inmediato para poner las cartas sobre la mesa.
estudio bbaa en granada y cuando os leí sentí una empatía absoluta y también un poquito de alivio al ver que estabais en las mismas conclusiones que yo :)

adelante con ello. os sigo.

César Aguilar Gazquez dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
dijo...

Hola Mariano, gracias por la respuesta aclaratoria, estoy de acuerdo y me interesa especialmente esta idea de acotar.

Seguiré pendiente del Hartismo.

Creo que Simó tiene razón cuando dice que estas ideas generan empatía en muchas personas que trabajamos en las artes.

Juan Solo: veo que tratas de una manera despectiva a los "artesanos" por debajo de los "artistas".
Recuerda que es una forma típica del pensamiento que crítica el Hartismo. Como pintor y ensayista considero que no hay mejor elogio que me llamen artesano.

César Aguilar Gazquez dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
dijo...

Hola Jansolo, en el diccionario aparecen dos definiciones de artesano, la primera es: Persona que ejercita un arte u oficio meramente mecánico.

En ese caso si es cierto que podría aplicarse. Sin embargo a mi me parece más evocativa la otra definición "Artesano: modernamente para referirse a quien hace por su cuenta objetos de uso doméstico imprimiéndoles un sello personal, a diferencia del obrero fabril."

Precisamente esta segunda definición me parece más cercana al trabajo artístico disciplinado, que requiere de ciertas técnicas y conocimientos propios a una profesión.

Habria que profundizar más, pero no creo que sea útil emplear la palabra artesano o artesanal de forma peyorativa.

César Aguilar Gazquez dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
dijo...

¿Por qué habrá suprimido los comentarios Jansolo?

Cambiando de tema,
Apreciados hartistas:

quisiera que investigáramos sobre un asunto que me inquieta y es toda esta fabula a la que tanta propaganda se le ha hecho desde hace algunos años y que consiste en decir que el arte son ahora los “procesos” y no los “resultados”.

Ya imaginarán para donde voy, y las implicaciones que tiene tal tipo de ideas.

Estoy interesado en que podamos plantear diferentes puntos de vista sobre temas como este, para que con las intervenciones y discusiones que puedan darse en estos espacios de los blogs, cada quien pueda ir corroborando y ampliando argumentos que alimenten su propio pensamiento en torno a su actividad artistica.

He estado siguiendo algunas discusiones en blogs que patrocinan todo este nuevo academismo neoconceptual, tan proclamado por lo que he denominado “mafias filosóficas contemporáneas”.

Realmente veo la pobreza en las argumentaciones de este tipo de personas. Por ello, me parece excelente que en este espacio y en otros ligados al Hartismo, se estén dando discusiones en las que por fin se está hablando de arte.

Saludos.

Anxo Varela dijo...

Esa idea de "mafias filosóficas contemporáneas" me parece muy interesante. Creo que sí hay un control, quizá más tácito que consciente, por parte de los que escriben (periodistas, críticos, ensayistas, etc) para consagrar una situación a la que en realidad se ha llegado por una simple política de "hechos consumados". Se busca la justificación de una máquina que fabrica mierda ("Cloaca") aludiendo a Manzoni, y más allá a Duchamp para finalmente mencionar el Renacimiento. Pero son argumentos cogidos por los pelos, pues en realidad se está aceptando el hecho consumado de que en su momento aceptaron lo de Manzoni porque antes se aceptó lo de Duchamp, porque antes se aceptó...

En algún lugar entró la primera impostura, y luego se ha continuado por no romper la cuerda a la que todos se han ido subiendo. Quienes vemos la cuerda desde fuera no podemos sino sentir un estupor profundo.