miércoles, 16 de febrero de 2011

domingo, 6 de febrero de 2011

PROPUESTA DE TRABAJO PARA FEBRERO

Cada mes, a partir de ahora, aquí en el blog del Hartismo os vamos a ir proponiendo un tema, una idea para un trabajo artístico.

Unos pintarán, otros harán esculturas, ilustraciones, poemas, canciones... al final del año tendremos como resultado un montón de nuevas obras de arte hechas por los hartistas. Habremos compartido nuestra creatividad y ofrecido al mundo diferentes visiones para cada propuesta.


El tema que hoy proponemos, enlazando con el anterior post de este blog es el RECICLAJE DE "COSAS" CONCEPTUALES. Haremos ARTE, nuestro arte, partiendo de un material tan pobre como las formas del llamado "arte conceptual".  ¡No existe reto mayor que convertir en arte semejantes "cosas"!

 

Aunque es una tentación ir a los lugares sagrados del conceptualismo y "profanar" sus objetos sagrados con bellos dibujos para convertirlos durante unos minutos al menos en arte, no seremos destructores sino constructores. El destruir es un honor que dejamos a los talibanes (Budas de Bamiyan, museo de Kabul) o a los propios conceptuales (Hnos. Chapman, Josechu Davila...), que para el caso son lo mismo.

De modo que los catálogos, los trabajos desechados de escuelas o museos de arte contemporáneo (ya en la basura), imágenes impresas desde Internet... bien valen como materia prima. También son útiles los textos conceptuales (largos y uniformes, buenas texturas para collage), o para músicos y cineastas, clips varios o partituras obtenidas en la Red.



Y como muestra, un botón: las fotos son de cuadros en los que Carmen Martín, hartista gallega (ahora en Málaga) ha hecho pegando en los lienzos trozos de un catálogo de arte oficial, conceptual en su mayoría. Iremos publicando vuestras aportaciones, que podéis enviar a hartismo@gmail.com

jueves, 30 de diciembre de 2010

¿Para qué sirve un catálogo de arte conceptual?

Es algo que casi todos hemos vivido alguna vez. Vas a una exposición, sea de la escuela, del Ayuntamiento, de un concurso, galería o museo... y te parece un soberano tostón, pero eso sí, has guardado el lujoso catálogo que regalaban, porque entre otras cosas te da pena tirarlo.

El catálogo habla de la exposición, presenta el manual de instrucciones de lo que allí has visto, es decir, cómo interpretar, contextualizar, entender, ver y hasta sentir lo que el "artista" ha presentado, ya que su obra no ha sido capaz de comunicar por sí misma nada en absoluto.

Has guardado el librito, pero a ti no te vale para mucho, porque al fin y al cabo estás convencido de que te han tomado el pelo con la exposición y que el propio catálogo es una vergonzosa demostración de que aún en tiempos de crisis a las instituciones les sobra el dinero.

Al llegar con el catálogo a casa venías más o menos contento, tenías en tus manos una especie de trofeo. Pero van pasando los días y ya no sabes qué hacer con él, pues has podido comprobar en seguida que leerlo NO es una opción.

Pues bien. Existen muchos usos alternativos para tu flamante catálogo de arte conceptual.

Seguramente tu primera idea ha sido limpiarte el culo. Pero desgraciadamente el papel cuché grueso, casi cartulina, con el que han impreso a todo color magníficas fotos en blanco y negro es demasiado duro. Y correoso. Forma afilados pliegues que dañarían tus nalgas. Los catálogos conceptualistas no valen ni para limpiarse el culo, es cierto.

Pero hay muchos otros usos posibles:

  1. Como calza para una mesa que cojea.
    Es uno de los usos clásicos para guías telefónicas y otros libros inservibles. El grosor considerable de un buen catálogo de arte conceptual sirve de maravilla para evitar que las mesas, sillas o muebles variados cojeen.
  2. Como apoyo para ollas, cafeteras y cazos.
    Si no quieres cargarte la mesa, un buen catálogo de Beuys o cualquier exposición de esas importantes soporta el calor perfectamente.
  3. Como bloc de notas.
    Al haber partes grandes del papel en blanco se puede ir arrancando hojas para tomar notas. ¿Puede haber algo más moderno que apuntar la lista de la compra en un papel con una instalación hecha de urinarios y caca?

Incluso hay posibles usos artísticos. ¡Sí, sí, lo conceptual puede reciclarse para hacer arte!
  1. Como cuaderno de dibujo.
    ¡La mayor parte del papel está vacío! Para que se note el poderío, las páginas de los catálogos conceptualistas tienen grandes zonas en blanco, o con una ligera trama, de modo que la aridez de las imágenes case con las salas vacías e impolutas. Así pues, queda todavía mucho papel virgen para dibujar sobre él.
  2. Como paleta para óleo o acrílico.
    El brillo del papel permite mezclar sobre él los colores sin que haya prácticamente absorción por parte del catálogo. Y encima es una poética manera de lograr que la pintura llene libremente las salas reservadas tradicionalmente a los seguidores de Duchamp.
  3. Como material para collages.
    Si bien es cierto que los catálogos conceptuales son un tanto sosos, las múltiples escayolas, arpilleras y textos en Helvetica constituyen una fuente para collages que necesiten diferentes grados de gris en texturas más o menos geométricas.

Y seguro que con un poco de imaginación entre todos seremos capaces de encontrar más usos para reciclar estas lujosas páginas tan desaprovechadas. ¡Aportad vuestro granito de arena!

sábado, 18 de diciembre de 2010

La comisión europea no considera "arte" las instalaciones de Bill Viola

Parece que empieza a acabarse el chollo.

A partir de ahora en los estados miembros de la UE se tendrá que pagar mucho más IVA por importar este tipo de "obras" al considerarse en la misma categoría que los "aparatos de iluminación de la pared", de los cuales según parece estas "obras" resultan indistinguibles.

Es un comienzo.

jueves, 2 de diciembre de 2010

ELEMENTO HUMANO

En estos últimos meses, por circunstancias, los tres fundadores del Hartismo nos hemos visto -y seguimos- envueltos en drásticos cambios en nuestras vidas, que nos están obligando de alguna manera a apartarnos de las actividades hartísticas. Este blog y la web no están siendo actualizadas y apenas se están viendo públicamente actividades nuestras.

Por desgracia no hemos delegado nuestras funciones de actualización internetera y relaciones con la prensa para que la cosa siguiera viéndose activa. Tanto Mariano como yo temíamos que esto llevase a la ruina al movimiento. Pero con sorpresa y enorme alegría hemos visto que no hay nadie imprescindible, y que a falta de cabezas visibles, los distintos grupos del Hartismo han seguido charlando y organizándose utilizando para ello la herramienta de comunicación interna que habíamos previsto: un grupo de Yahoo.

Pues bien, en los últimos meses nuevos elementos, como Raçe (el líder de los Stuckistas catalanes) se han ido incorporando al Hartismo pese a nuestro abandono de la edición web, y en el grupo han surgido voces nuevas y polémicas, como la del infatigable Alejos, que poco a poco nos ha ido acostumbrando a un torbellino de ideas constante.

Tal como andan las cosas, es muy probable que para el año que viene el Hartismo se presente en Arco -la manera se está debatiendo en estos momentos- y que empecemos a emular a nuestros amigos stuckistas con los primeros disfraces, que utilizarán elementos folclóricos como nota original.

La primera exposición parece que al fin empieza a verse en el horizonte, y ahora que Carmen y yo estamos en Málaga seguramente el grupo andaluz cobre nueva vida, una vez que nos hayamos establecido en esta hermosa ciudad del sur y podamos volver a invertir tiempo en el funcionamiento del grupo.

El elemento humano es lo mejor de todo esto: las personas que, uno a uno, están contribuyendo a construir el Hartismo, con su obra, sus ideas o su apoyo. Si no fuese por esta gente, hace tiempo que el Hartismo tan sólo habría sido un fogonazo, una efímera boutade como las ocurrencias dadá o las gilipolleces conceptuales, que un día tuvieron repercusión en la prensa y acabado el gritito, conseguida la atención, se disuelven como humo. Las ideas vertidas en el Manifiesto Hartista, en la web y los blogs, en los cuadros e ilustraciones, revistas y entrevistas del Hartismo no son solo consignas incendiarias, sino ideas vivas, de largo recorrido, y con ellas, el Hartismo sólo ha comenzado a andar con paso seguro.

viernes, 27 de agosto de 2010

DÍA DEL ORGULLO PINTOR


Este próximo sábado 4 de septiembre celebraremos el 2º DIA DEL ORGULLO PINTOR en Santiago de Compostela. Como el año pasado, nos reuniremos junto al CGAC, esta vez a eso de las 5 de la tarde, y pintaremos allí durante unas horas para después celebrar el asunto con una fiesta en el taller de Méndez, muy cerca de allí.
Quien quiera que pinte, dibuje, o simplemente le apetezca ver a pintores en acción, allí estaremos!

sábado, 3 de julio de 2010

ÉPATER LE CRITIQUE

http://i154.photobucket.com/albums/s245/carabiru/Mitoraj/mitoraj8.jpgDesde finales del siglo XIX los artistas de vanguardia han tenido entre sus objetivos el escandalizar al burgués, a la Burguesía. Gran parte de los gestos de los artistas de vanguardia, fueran impresionistas, dadaístas o cubistas, tuvieron como diana la moral y el esnobismo burgueses. Así se acuñó la expresión "épater le bourgeois" que significa aproximadamente "escandalizar al burgués", y con el tiempo fue la consigna de varias generaciones de artistas que querían subvertir el orden establecido.

Lo que ocurre es que hoy en día esta frase ha perdido su fuerza inicial. La burguesía de hoy o sus equivalentes ya no se escandalizan por nada. De hecho son estas clases burguesas y "snobs" las que brindan el necesario apoyo económico para sostener la industria del escándalo. Hoy ya ningún burgués que se precie de serlo admite ser burgués ni por supuesto se escandaliza por un urinario o un pedazo de mierda.

http://www.artdetails.com/images/Antonio%20Lopez%20Garcia/Antonio_lopez_117_copy.jpgPero curiosamente los críticos que han abanderado este cambio en las costumbres burguesas, que han asesorado sobre lo correctamente "in" en arte moderno, que han acostumbrado al mundo a un arte en continuo cambio son hoy los más reacios a cualquier cambio. Paradójicamente, el arte, para ser tolerado por los críticos, debe ser invariablemente cambiante pero siempre idéntico a sí mismo, siempre basado justo en la vieja consigna decimonónica de "épater le bourgeois". Da igual que los burgueses ya no existan o que no se escandalicen. Para ser vanguardia sea lo que sea que se presente como arte debería poder escandalizar al típico burgués de finales del siglo XIX o como mucho de principios del siglo XX. Es decir, que hace cien años fuese válido como arte de vanguardia.

Lo que no pueden comprender ni soportar los críticos contemporáneos es que el arte realmente cambie, que no se ajuste a cánones, que se salga de lo previsto y que, por ejemplo, ya no responda a los mismos principios que regían para las vanguardias de hace un siglo. O, por decirlo de otro modo, que su rumbo lo marquen los artistas y no ellos mismos.

http://i154.photobucket.com/albums/s245/carabiru/Mitoraj/mitoraj2.jpgY llegados a este punto, ante un arte condenado por los críticos a la continua repetición de las vetustas vanguardias de hace un siglo, los artistas se están rebelando. No tenemos ya la vieja guía de buscar el escándalo del burgués. Pero lo gracioso, lo realmente maravilloso y profundamente irónico, es que el arte de hoy vuelve a tener una consigna revolucionaria, universalmente válida, pero incluso más divertida y apasionante. Ya no podremos escandalizar a la burguesía, prevenida contra todo y hastiada de fuegos artificiales. Vale. Pero no hay mal que por bien no venga; ahora quienes se escandalizan, y a la mínima, son los propios críticos que condenan al arte a un bucle sin sentido ni vida propia. No hay nada más efectivo: ahora, precisamente, ¡podemos escandalizar a los críticos! Probablemente su escándalo será el síntoma más claro de que realmente estemos poniendo el dedo en la llaga. Cada vez que los críticos, normalmente apacibles y complacientes con todo lo que suena familiarmente contemporáneo, rasgan sus vestiduras y ponen "a parir" a tal o cual artista, es que ahí hay verdadera novedad y verdadero talento. Aún recuerdo el escándalo que armaron cuando en Madrid se expuso la obra escultórica de Igor Mitoraj...

Qué maravilloso hallazgo el de esta nueva consigna: "Épater le critique". ¡A por ellos!