El Hartismo nace con un manifiesto
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REPORTAJE DE M.R.I.
QUIÉNES > Mariano Casas, Carmen Martín y Miguel-Anxo Varela promueven un movimiento “contra el anti-arte” y “la impostura”
A la antigua usanza. Con un manifiesto de protesta lanzan los “hartistas”
su grito al mundo. Emulando a las vanguardias de principios del siglo
XX y haciendo recuento de filias y fobias. Carmen Martín y Miguel-Anxo
Varela, de la Escola Aberta de Arte, y el compostelano Mariano Casas
Gil, promueven un movimiento “contra el anti-arte, el conceptualismo,
la impostrua y el culto al artista ególatra” y predican una forma de
entender el arte en el que la búsqueda de la belleza sí que importa, y
también las habilidades de los creadores, en el que el producto final
es más importante que el proceso y el sólo hecho de pintar, un placer
que no necesita sesudas interpretaciones.
“El Hartismo es una
apuesta por la humildad, la honestidad y la sencillez. Para los
hartistas el arte es una profesión más, ni divina ni especial, y como
en cualquier otra profesión la excelencia se logra sólo tras años de
práctica seria y continuada”, dicen en su manifiesto.
Una
veintena de artículos dan salida a la frustración de este grupo de
artistas ante lo que consideran el “elitismo y la hipocresía del arte
oficial”. Un sentimiento que divulgaban desde hace meses en sus
respectivas páginas web y que ahora se ha convertido en un texto y en
un movimiento que quiere ganar adeptos.
Para ellos el arte tiene
que ser devuelto a las calles, “que salga de su encierro e impregne de
nuevo la vida cotidiana, embelleciendo cornisas, farolas, rótulos...”.
Quieren que deje de pertenecer a “gurús y expertos”, que dejen de
idolatrarse posturas que, a su entender, hace tiempo que están
caducadas, y que se revise la historia del arte del siglo XX y XXI, en
la que “se sigue sobrevalorando la importancia de las vanguardias del
siglo XX, minimizando el hecho de que se han agotado y muerto en
seguida y han sido resucitadas y mantenidas con vida artificialmente”.
2 comentarios:
Estades enlazados no meu blog, moito ánimo!
Un saúdo.
Cómo sois! ¿y si los comisarios de ciertas exposiciones tienen una especie de síndrome de Diógenes prematuro que les lleva a acumular basura (y grandes cantidades de dinero)? Quién padece esta enfermedad no distinge entre las cosas de valor y la basura... No deberíais meteros con las enfermedades de la gente. ¡Bastante tienen ya los pobres!
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